jueves, 21 de octubre de 2010

Pequeñas empresas: para muchas lo obvio no lo es.


Como todo hombre de negocios, me pongo a analizar los lugares en los que soy cliente. Restaurantes, universidad, servicios, lugar de trabajo, en fin, prácticamente cualquier lugar. Viviendo en un mismo lugar tanto tiempo uno se da cuenta de la transición que existe de locales: donde había una librería ahora venden pasta, donde vendían burritos ahora venden gorditas, donde había tortas ahogadas ahora venden comida china...y la lista continúa.

¿Qué es lo que sucede que estas empresas estacionales (porque a lo mucho duran 4 meses) no funcionen? ¿Y por qué las que subsisten no generan buenas utilidades (tomando en cuenta su capacidad)? Las razones son muchas, pero una que considero que es la principal (por que lo he visto) es porque piensan que con solo ponerse en un lugar y esperar, mágicamente los clientes llegaran. Eso funcionaba, si, pero en la época de nuestros abuelos y tatarabuelos. Ahora encontramos un ambiente cambiante e incierto, donde las preferencias de los clientes cambian constantemente. Las empresas sin ideales no permanecen, pero sobre todo aquellas que no atraen clientes. Voy a poner un ejemplo.

Había un negocio de tortas jalisciences en un pasillito con muchos locales de otras cosas. Estaban a un buen precio(barato a comparación con todos los demás locales), contaban con un local limpio y el señor que atendía era muy amable. A los 2 o 3 meses de haber comenzado, el negocio había desaparecido. ¿Qué sucedió? En primer lugar el señor no fue muy paciente, las utilidades no se generan inmediatamente. Segundo, una mala propuesta de mercadotecnia:

Promoción. No tenía
Precio. Buen precio, muy competitivo.
Plaza. No era buen lugar, aunque pasaba mucha gente no estaba en algun boulevar o calle grande.
Producto. Las tortas jalisciences eran algo distinto a lo de todos los locales alrededor y va acorde con la cultura mexicana.

Si bien su propuesta se podría considerar interesante, no tenía medios para que los clientes se enteraran de su existencia, por lo cual rara vez pude observar que iban otras personas además de mi. Las personas no tenemos unas antenitas que nos avisan cuando abre un lugar barato y nuevo, bastante obvio, pero este señor emprendedor no se dio cuenta de eso. Al ver que no llegaban clientes, optó por retirarse.  Y este es el caso de muchas otras personas y negocios.

Y otra cosa que él probablemente no considero: su mercado meta. ¿Quiénes son sus posibles clientes? ¿La demanda es suficiente para generar utilidades y permitir crecimiento? Para responder esto se tiene que realizar un estudio de mercado. En fin, hay tantas otras cosas que se tienen que tomar en cuenta para poner un negocio, no basta con buenas intenciones y con una receta mágica de un producto.

¿Obvio? Sí, pero para muchos no parece serlo.

1 comentario:

Francisco dijo...

Es obvio para alguien con estudios de Administración. No cualquiera los tiene.